domingo, 22 de marzo de 2009

La solución está en la educación

"Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada."


La humanidad no ha evolucionado en sus instintos más básicos mucho más allá de la era del hombre de las cavernas. Sin embargo, cada intento por cambiar se recibe con desdén. Cada desafío a revisar los valores, y tal vez incluso reestructurarlos, se acoge con temor, y después con enojo. El problema consiste en que no todas las personas están de acuerdo con esos conceptos, con su significado. Ése es el motivo por el cual no podemos enseñarlos en nuestras escuelas. Los padres se salen de sus casillas cuando tratan de introducir esas ideas en los planes de estudio. Dicen que estás enseñando "valores" y que en la escuela no tiene cabida esa clase de instrucción. Pero están equivocados, las escuelas son exactamente el lugar para esa instrucción. Debido, precisamente, a que las escuelas están aisladas de los prejuicios de los padres. Debido, precisamente, a que las escuelas están separadas de las ideas preconcebidas de los padres. Ya vemos lo que resulta en este planeta con la transmisión de valores de padre a hijo. El planeta es un desastre.
No se entienden los conceptos más básicos de las sociedades civilizadas.
No sabemos cómo resolver conflictos sin recurrir a la violencia.
No sabemos cómo vivir sin temor.
No sabemos cómo actuar sin egoísmo.
No sabemos como amar sin condiciones.
Éstos son entendimientos básicos y ni siquiera hemos empezado a acercarnos a una plena comprensión de ellos, y mucho menos a ponerlos en práctica... después de miles y miles de años. Entonces yo digo que la solución está en las escuelas, ¡en la educación de la juventud! ¡La esperanza esta en las siguientes generaciones! Las formas del pasado ya no funcionan. No conducen a dónde decimos que queremos ir. ¡Sin embargo, si no tenemos cuidado, llegaremos exactamente a dónde nos dirigimos!
Sentémonos juntos y reunamos nuestros pensamientos. Creemos la versión más grandiosa de la imagen más grandiosa que hayamos tenido de nosotros mismos como raza humana. Después, tomemos esos valores y conceptos que sustentan esa imagen y enseñémoslos en las escuelas. Podríamos crear cursos como éstos:
Entendimiento del poder.
Solución pacífica de conflictos.
Elementos de relaciones amorosas.
Personalidad y autocreación.
Cuerpo, mente y espíritu: cómo funcionan.
Dedicación a la creatividad.
Celebración del yo, valorar a los demás.
Expresión sexual jubilosa.
Justicia. Tolerancia.
Diversidades y similitudes.
Estudio de la ética Consciencia creativa y poder mental.
Discernimiento y estado de alerta.
Honestidad y responsabilidad.
Visibilidad y transparencia.
Ciencia y espiritualidad.
Podríamos decir que éstas cosas son enseñadas en los colegios en materias como “Relaciones Humanas”, pero no me refiero a una unidad de dos días en un curso de un semestre. Hablo acerca de cursos separados sobre cada uno de estos conceptos, de una revisión completa de los planes de estudio en las escuelas, de una formación basada en valores. Ahora enseñan lo que es mayormente información sobre hechos. Hablo de enfocar la atención de los niños en el mayor entendimiento que sea posible de los conceptos esenciales y las estructuras teóricas alrededor de las cuales se puede construir este sistema de valores como ahora se hace, con fechas, sucesos y estadísticas. En este planeta se ha creado una sociedad en la cual el pequeño Juanito aprende a leer antes de salir de preescolar, pero todavía no aprende a dejar de pegarle a su hermano. Y Susanita perfecciona su conocimiento de las tablas de multiplicar usando tarjetas especiales y el ejercicio de la memoria, en grados cada vez más tempranos, pero no aprende que su cuerpo no contiene nada que sea vergonzoso o bochornoso.
Por ahora las escuelas existen principalmente para proporcionar respuestas. Sería mucho más benéfico que su función primordial consistiera en formular preguntas. ¿Qué significa ser honesto, o responsable, o "justo"? ¿Cuáles son las implicaciones? ¿Qué significa 2+2=4? ¿Cuáles son las implicaciones? Las sociedades altamente evolucionadas alientan a todos los niños a descubrir y crear esas respuestas por sí mismos. No estoy sugiriendo que las escuelas nunca compartan con los niños ninguna información que se hayan aprendido o decidido acerca de esas cuestiones. Todo lo contrario. Las escuelas son de gran utilidad para los estudiantes cuando comparten con los Pequeños lo que los Mayores aprendieron y descubrieron, decidieron y eligieron en el pasado. Los estudiantes pueden entonces observar cómo ha funcionado todo. Sin embargo, en las escuelas se presentan estos datos al estudiante como Eso Que Está Bien, cuando, en realidad, deberían ofrecerse simplemente como lo que son: datos. Los datos del pasado no deben ser la base de la verdad Presente. Los datos de un tiempo o experiencia anterior, siempre y únicamente deben ser la base para nuevas preguntas. El tesoro siempre debe estar en la pregunta, y no en la respuesta. Y las preguntas siempre son las mismas. En relación con estos datos del pasado que te he mostrado, ¿estás de acuerdo, o discrepas? ¿Qué piensas? ¿Qué piensas tú? ¿Qué piensas? Por ahora, obviamente, los niños introducirán los valores de sus padres a esta pregunta. Los padres continuarán representando un papel muy importante - el papel principal, obviamente - en la creación del sistema de valores del niño. La intención y el propósito de la escuela sería alentar a los niños, desde la edad más temprana hasta el final de la educación formal, a que analicen estos valores, y a que aprendan como usarlos, aplicarlos, y como volverlos funcionales y, sí, a cuestionarlos.

"Los padres que no quieren que sus hijos cuestionen sus valores no aman a sus hijos, sino más bien, se aman a sí mismos a través de sus hijos."

Hay algunas escuelas que buscan aproximarse a este modelo. Como por ejemplo el la Escuela Waldorf. No digo que sea el “mejor” modelo, sino que es uno que funciona, si tomamos en cuenta el destino que deseamos como raza humana; en vista de lo que afirmamos que queremos hacer, y dado lo que decimos que queremos ser. Lo expongo como un ejemplo, uno de los varios que podría citar, aunque son raros en este planeta y en esta sociedad. Un ejemplo de cómo se puede planear la educación en una manera que se enfoque en la "sabiduría" en vez de en el "conocimiento" simplemente. En la Escuela Waldorf, el maestro avanza con los niños a través de todos los niveles de experiencia de la enseñanza primaria y elemental. Durante todos esos años, los niños tienen el mismo maestro, en vez de pasar de una persona a otra. ¿Te puedes imaginar el vínculo que se establece? ¿Puedes ver el valor? El profesor llega a conocer el niño como si fuera propio. El niño llega a un nivel de confianza y amor hacia el maestro que abre puertas que nunca soñaron que existían muchas de las escuelas orientadas tradicionalmente. Al término de esos años, el maestro vuelve al primer grado, empezando de nuevo con otro grupo de niños para recorrer todos los grados del plan de estudios. Un maestro Waldorf dedicado puede terminar trabajando con sólo cuatro o cinco grupos de niños en toda su carrera. Pero él o ella a tenido un significado para esos niños más allá de lo que es posible en un escenario de escuela tradicional. Este modelo educativo reconoce y anuncia que la relación humana, la vinculación y el amor que se comparten en un paradigma de este tipo es tan importante como los hechos que el maestro pueda impartir al niño. Es como una enseñanza hogareña, fuera del hogar. Aún así se esta alcanzando cierto progreso en este planeta en lo que concierne a la educación, pero es muy lento. Incluso el intento por introducir un plan de estudios orientado hacia objetivos y enfocado en el desarrollo de la capacidad, encuentra una enorme resistencia. Se le ve como amenazante, o ineficaz. Quieren que los niños aprendan hechos. Sin embargo, hay ciertas incursiones. Todavía queda mucho por hacer.